Voy a comentar un mito que me ha resultado muy interesante y que constituye uno de los mitos con más clara influencia en el contexto escolar: del valor “per se” de las tecnologías:
Las TICs entran en nuestras vidas como otra tecnología, diferente a la que hasta hace pocas décadas conocíamos y con un abanico de posibilidades tan amplio que nos cuesta asimilarlo. “Estamos siendo testigos de una serie de procesos que se yuxtaponen unos a otros, que se interrelacionan entre sí y producen nuevas realidades” (Ayuste y otros, 2012, 3). Realidades cambiantes dinámicas y vertiginosas, para las que, en muchas ocasiones, no tenemos aún conocimientos ni experiencia suficiente para interpretarlas. Sin embargo debemos controlar adecuadamente esta realidad pues da forma a herramientas tecnológicas cada vez más imprescindibles para abordar las estrategias educativas, herramientas que nos facilitan la transición del modelo de enseñanza tradicional al colaborativo dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Dada a la innovación que supone la puesta en práctica de las competencias digitales en el ámbito de la enseñanza, se hace imprescindible una alfabetización digital tanto por parte de los discentes como de los docentes. En este proceso de laalfabetización es importante tener en cuenta que no se trata, de una capacitación tecnológica -“para una alfabetización puramente instrumental y tecnológica no es imprescindible la escuela” (Gutiérrez y Tyner, 2012)-, sino de formar en una competencia clave para el aprendizaje a lo largo de la vida y para saber afrontar los retos de un entorno cada vez más cambiante. De esta manera la alfabetización debe estar dirigida a ser capaz de pensar críticamente, crear, tener conciencia intercultural y ciudadana, lo que implica valores personales y sociales, responsabilidad derivada del uso ético de la información, la participación en el diálogo cultural y la preservación de la autonomía en un contexto no ausente de su amenaza.
Un ejemplo de esta alfabetización digital y de las posibilidades de trabajar las competencias digitales puede ser mi propia experiencia:
Hace dos años entré a trabajar en el Instituto de Educación a Distancia de Andalucía como profesora de Biología y Geología. En este centro, el trabajo con las competencias digitales es imprescindible, pues la comunicación profesor-alumno y todos los recursos educativos necesarios para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje se hace a través de una plataforma moodle donde se trabaja empleando herramientas digitales. Previo a iniciar mis clases, tuve que recibir cursos de formación para poder tener el nivel docente que se precisaba y a lo largo del año académico continué el proceso de alfabetización digital. Los alumnos, guiados por el equipo educativo, llevaron igualmente un proceso de alfabetización digital, sin el cual hubiera sido difícil cumplir con los objetivos curriculares del curso.
Actualmente trabajo en un centro TIC, donde puedo poner en práctica el método de aprendizaje colaborativo utilizando herramientas tecnológicas. En este sentido debo añadir, que como docente considero imprescindible la continuidad de una formación en las nuevas tecnologías que me aproxime a mejorar mi método de enseñanza dirigido a los discentes mejorando sí mi labor como profesora.
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